Agrónomos licenciados se oponen en una vista cameral tras defender la base científica de la profesión
La facultad del Departamento de Tecnología Agrícola de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Utuado reclamó este jueves que los estudiantes graduados del Bachillerato en Artes en Agricultura Sustentable puedan obtener la licencia de agrónomo tal como sucede con los alumnos egresados del Bachillerato en Ciencias Agrícolas del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
Decenas de estudiantes del recinto utuadeño comparecieron a una vista pública de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Representantes, presidida por Jorge Rivera Segarra, con el fin de exigir que puedan ser reconocidos como agrónomos licenciados por la Junta Examinadora de Agrónomos del Departamento de Estado tras completar el grado en artes agrícolas.
Esta inclusión conllevarían enmendar el estatuto que reglamenta la práctica en Puerto Rico (Ley 20-1941), según propuesto en el Proyecto de la Cámara 1479. La medida, que recibió un amplio rechazo por parte del sector agrónomo que defiende la base científica de la profesión, fue radicada el pasado septiembre por Rivera Segarra.
“Las competencias del egresado del Bachillerato en Artes en Agricultura Sustentable forman un profesional de la agricultura con un enfoque científico-ambiental, económico y social con una correspondencia al perfil del agrónomo según presentado por el Colegio de Agrónomos de Puerto Rico”, afirmó el profesor Luis Díaz García, quien representó a la facultad de Tecnología Agrícola.
En su ponencia, la facultad resaltó la “rigurosidad” del currículo de Agricultura Sustentable, el cual está compuesto por 121 créditos a ser completados en un período de cuatro años. Según la misión del programa, el bachillerato está dirigido a estudiantes que quieren desarrollar una finca orgánica; desean trabajar en proyectos de desarrollo sustentable nacionales e internacionales; o quieren continuar estudios de posgrado en las disciplinas relacionadas a los sistemas alimentarios sustentables.
“Esto capacita a una serie de profesionales en el ámbito de la agricultura a tal grado de recibir, por parte del Estado, el reconocimiento de agrónomo y obtener la licencia para ejercer la profesión”, aseguró Díaz García en un llamado a aumentar la matrícula de agrónomos licenciados y fortalecer el desarrollo agrícola en la isla.
Sin embargo, el Colegio de Agrónomos presentó una ponencia en contra de la medida al señalar que cualquier programa educativo que busque licenciar a sus agrónomos debe cumplir con los requisitos mínimos de un Bachillerato en Ciencias Agrícolas. La Ley 20 establece que tendrá derecho a una licencia el agrónomo que haya aprobado no menos de 40 créditos de educación superior en cursos formales de una misma especialidad de las ciencias agrícolas.
“Este nivel de enseñanza es el que le ha dado valor y credibilidad a nuestra profesión. Los agrónomos son científicos de la agricultura y por eso la base de conocimiento es la ciencia”, subrayó el agrónomo Alberto Maldonado, presidente del Colegio.
La entidad aludió que cualquier institución que ofrezca cursos de agricultura puede convalidar los créditos en la Oficina del Registrador del RUM para que los estudiantes puedan completar los requisitos de un Bachillerato en Ciencias Agrícolas en esa universidad. Esta postura fue compartida por el Colegio de Ciencias Agrícolas del RUM y su decano Raúl Macchiavelli, quien destacó que no se debe modificar la ley para sustituir la “base científica sólida” por un grado en las artes.
“El hecho de que un grado sea en artes, y no en ciencias, deja claro que no cumple con lo requerido por los entes que evalúan y acreditan en cuanto a cantidad de créditos en ciencias, y el contenido y profundidad de los cursos. Un grado en artes no permite completar la preparación de un profesional que deberá enfrentar los retos envueltos en la agricultura moderna y futura”, expresó.
La Junta Examinadora se unió a la oposición de la pieza legislativa tras coincidir en que la formación del egresado que desea licenciarse como agrónomo debe estar sustentada en las ciencias. El agrónomo José Ruiz Hernández, quien preside la Junta Examinadora, informó que, hasta la fecha, el ente ha conferido 5,818 licencias de agrónomos en Puerto Rico.
Por su parte, el agrónomo Lucas Avilés Rodríguez, expresidente del Colegio de Agrónomos y profesor jubilado del RUM, declaró que reconocer un grado académico en arte a un agrónomo en Puerto Rico será una “devaluación” del título que podrá afectar a estos profesionales a nivel local e internacional.
Avilés Rodríguez sugirió que la UPR en Utuado cree un grado en ciencias agrícolas similar al bachillerato establecido recientemente por la Universidad Interamericana de Puerto Rico en el recinto de Guayama. Este programa de 129 créditos establece 84 créditos de concentración en las disciplinas de agronomía, física, química, botánica y fisiología vegetal.
El profesor Díaz García indicó a la comisión cameral que la intención de la facultad de Tecnología Agrícola era crear un Bachillerato en Ciencias de Agricultura Sustentable cuando fue incorporado en el 2016 en la UPR en Utuado. No obstante, la administración de la UPR decidió especializarlos en artes para evitar una supuesta duplicidad con el RUM.
Según el académico, la matrícula de la UPR en Utuado en el presente año académico es de aproximadamente 245 estudiantes, de los cuales 102 pertenecen al bachillerato de Agricultura Sustentable. De esos 102 alumnos, informó que 17 son de nuevo ingreso.
“Nuestro bachillerato será en arte, pero hay muchísima ciencia”, manifestó Díaz García. “Es cuestión de cambiar un título. Aquí lo que molesta es la palabra ‘artes’, cuando yo tengo a doctores en ciencias enseñando cursos”.
El representante Rivera Segarra adelantó que convocará a los diversos entes pertinentes a una vista ejecutiva con el ánimo de “buscar consensos” y “hacerle justicia” al recinto utuadeño. “Queremos tratar de hacer este cambio para que en la montaña salgan (los estudiantes) cualificados y preparados para que puedan tener la licencia de agronomía”, dijo.
“No todo el mundo puede irse a (la UPR de) Mayagüez a un hospedaje a pagar agua, luz, renta, gasolina, peaje. En la montaña, esa no es la realidad”, reiteró el Legislador.